Por Igor Falconieri

Quién es Caetano Veloso? El hombre de mediana edad que conocí por la televisión durante mi infancia no me llamó inmediatamente la atención con el sonido calmo y pausado de su guitarra y con su particular manera de erguir las cejas mientras cantaba. La imagen del pelilargo, marginal de los trópicos que encontré al comienzo de mi adolescencia saciaba mi curiosidad por saber la razón por la cual esa figura de canto cuasi torpe y cabellos grises era tan respetada y admirada aún en mis tiempos en mi país

Escuché sus discos. Leí sus textos y libros. Y, después de todo eso, Caetano todavía me intriga: sinónimo de inquietud y constante metamorfosis, el compositor brasilero de Santo Amaro de Purificaçao, São Paulo, Rio, Nueva York y Londres inauguró su particular incursión por las vertientes alternativas del Rock con el disco , al lado de la banda homónima, formada por músicos que tampoco habían nacido al momento que el baiano entonaba “Alegría, Alegría” en frente de los insultos y abucheos en los festivales de la TV de Brasil.

Caetano es un ejemplo casi único en el Brasil de conjunción entre experiencia y constante sintonía con lo que hay de más novedoso en el universo del entretenimiento a – a juzgar por su gira Obra em Progresso, que, en una tendencia que cada vez se está tornando más popular en Brasil, precedió al lanzamiento del álbum. – Y el resultado de esa conjunción es extraordinario.

 

Zii & Zie amplia la propuesta iniciada por , haciendo coexistir, a través de formas y arreglos todavía más delineados y contemporáneos, el Samba y el Rock. Esa transa ocurre de una forma tan sutil que llega a no ser posible distinguir quien se sobrepone o quien está en primer plano.

El curioso título, “tío y tía” en italiano, aproxima, explica el compositor, a la cosmopolita São Paulo en “un CD que es un retrato de Rio de Janeiro”. “Falso Leblon”, “Lapa”, “A Cor Amarela”, “Menina da Ria”. El Caetano de la zona sur carioca huye del cliché de las odas al morro de Corcovado y la playa de Ipanema al retratar a la ciudad maravillosa desde otra óptica, igualmente usando la vieja fórmula del collage de descripciones. La propia tapa del disco refuerza esa particularidad, mostrando – a diferencia de las novelas de la Red Globo – el mar de Leblon grisáceo en un día de lluvia.

Las canciones con más influencia del Indie Rock, como “Sem Cais”, “Base de Guantánamo” y “Por Quem?”, son claros ejemplo de como la Banda Cê – Pedro Sá (guitarra), Ricardo Dias Gomes (bajo) e Marcelo Callado (batería)- tienen libre influencia en esta nueva etapa musical del artista. Esa ventajosa interacción entre Caetano y músicos jóvenes ha provocado tanto elogios para el “gran tío” como nuevas camadas de oyentes para una música que se resiste a envejecer.

Como en el disco anterior, Zii & Zie no tendrá siquiera una canción que se destaque particularmente. Ninguna va a convertirse en hit o convertirse en parte de la memoria colectiva latinoamericana como en los trabajos setentistas de Caetano. Es un álbum equilibrado y sin puntos destacados, una preferencia reciente de la crítica y al mismo tiempo una carencia frente al gran público.

¿Quién o qué quiere finalmente ser Caetano Veloso? ¿Tropicalista? ¿Cantor de Música Popular Brasilera? ¿Popstar? ¿O, como ahora, Indie? Aquel hombre de mediana edad reencarnará siempre a su gusto y voluntad. Lo único que Caetano no quiere es morir.

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