Por Jorge Velasco

Así como la recién revisitada June Christy sucedió a Anita O´Day en la orquesta de Stan Kenton, fue la propia June quien recomendó a Chris para reemplazarla a sí misma en la orquesta blanca de Stan en 1952.

Pero empecemos en Kansas City, Missouri, el 8 de noviembre de 1927 cuando nace Mary Loutsenhizer, gracias a las buenas migas de su madre Mabel con su ¿ Clyde, telegrafista y violinista, con un apellido que no iba a funcionar para una cantante. Comienza estudiando el clarinete y se lanza a cantar en el conjunto “Snowflakes”, grupo vocal de la banda Claude Thornhill, luego con el clarinetista Jerry Wald, cuyas audiciones de radio eran muy escuchadas en todo el país, no debemos dejar de lado su paso por la banda de la Universidad de Missouri, dirigida por el todavía estudiante y luego célebre trombonista, arreglista y compositor Bob Brookmeyer.

Y llega el año 52 con la orquesta de Kenton, paso de sólo un año, pero que le da el suficiente prestigio como para comenzar su carrera solista.
Firma un contrato para el pequeño sello Bethelehem y a fines del 53 graba con Sy Oliver “Chris Connor Sings Lullabies of Birdland” con el obtiene un éxito de ventas notable.
En 1956 firma para el sello fundado y dirigido por Nesuhi Ertegun, “Atlantic”, donde graba una serie de discos que no tuvieron el éxito esperado pero que son un legado, casi oculto, de su particular talento y testimonio de su reunión con músicos de la talla de John Lewis, Oscar Pettiford, Connie Kay y lo más granado del jazz de la costa oeste, como los trombonistas JJ Jhonson y Kai Winding, y el saxofonista Zoot Sims, sin que faltara el inevitable álbum dedicado a George Gershwin.
A mediados de los 60 entra en una etapa de pasos en falso que, prácticamente, la obligan a apartarse de los escenarios hasta que en los 80 relanza su carrera; la madurez no ha hecho más que afianzar sus dotes y particularidades, por ejemplo, esa ligera ronquera distintiva de su estilo y expresividad.
Actualmente vive en la Costa Este como una reina en el exilio, que nos ha dejado un legado de magníficos discos.

Discografía:
1) Chris Connor
2) As time goes by.