Matrimonio. Puede decirse que no es la institución que John Irving más respeta. Por lo menos, a nivel ortodoxo. En novelas como Doble Pareja o El mundo según Garp es común el intercambio de parejas, una relación alternativa o una especie de engaño permitido, con todo lo que ello implica. Como es obvio, las cosas no terminan de la mejor manera. Bah, como todos los matrimonios.
Europa. Y dentro de Europa, la capital de Austria, Viena. Es recurrente que en las novelas o cuentos de Irving (¡y hasta de Garp!) Viena sea un lugar obligado de tránsito. En el absurdo caso de que tuviéramos que hacer una receta con los ingredientes básicos para obtener un libro típico de Irving, estos serían: un escritor, algún que otro oso, un toque de lucha deportiva, una gran dosis de humor negro, un pasaje por Viena y por Canadá, más sexo a raudales. Con esto, se obtendrá un clásico relato de John Irving.
Tatuajes. Son una pieza central en su último libro Hasta que te encuentre. Es la historia de Jack Burns, hijo de una tatuadora que lo pasea por medio mundo en la búsqueda de su padre, un talentoso organista y adicto a los tatuajes, quien parece huir de ella y de su hijo. Como siempre, la multiplicidad de historias y personajes entrañables (quién no quisiera ser defendido por Emma Oastler en su niñez), hacen de este libro una lectura fascinante.
Rowling, J.K. La autora de Harry Potter salió a responderles a John Irving y a Stephen King cuando le pidieron que no mate al mago. De hecho, Rowling sostuvo que Irving mató a más personajes que ella en sus novelas. Y agregó: “Cuando me acusan de sadismo, siento que los estoy endureciendo para que vayan y lean libros de John y Stephen”. Puede ser. Me lo imagino a Harry Potter muriendo en plena explosión de una granada, mientras le salva la vida a todos sus amigos del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
India. El lugar donde gira gran parte de la novela Un hijo del circo. La narrativa de Irving ha tenido como eje de sus historias a personajes poco convencionales, pero la creación del Dr. Farrokh Daruwalla, cirujano ortopedista, se lleva todas las palmas. Médico, obsesionado con la genética de los enanos, nacido en la India pero ciudadano canadiense, Faruwalla es en realidad el guionista oculto de una exitosa saga del cine hindi, cuyo protagonista es el Inspector Dhar, una especie de cruza entre Apu y Sam Spade.
Charles Dickens. Sin dudas, la principal influencia de John Irving. El propio autor lo llama el “Rey de la novela”. Sus relatos largos, enroscados, con encadenamientos a veces tirados de los pelos y períodos temporales muy extensos, son la marca registrada de Dickens que Irving supo seguir, obviamente, con un estilo propio y adaptado a la narrativa contemporánea. El gusto de Irving por Dickens lo llevó a guardarse una novela sin leer: Nuestro mutuo amigo. Fue extraño saber eso, ya que a mí me pasa lo mismo con Irving: tengo en mi biblioteca Libertad para los osos, su primera novela y la única que no he leído. Es obvio que es lo único que tengo en común con este escritor.
Academia. Lo premió con un Oscar en el 2000, por el guión adaptado de su propia novela, Principes de Maine, Reyes de Nueva York. La película, dirigida por Lasse Hallström y protagonizada por Tobey Maguire, Charlize Theron y Michael Caine (en una gran actuación como el Dr. Wilbur Larch, que le hizo arrebatarle el Oscar como mejor actor de reparto a Haley Joel “I see dead people” Osment), fue la reconciliación de Irving con el cine. Sus anteriores experiencias con adaptaciones de sus novelas no habían sido las mejores, y esa relación amor-odio con el séptimo arte fue reflejada en su libro Mis líos con el cine.





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